
A Nuestro Socio
Caballos, Riendas y espuelas
Mantas, guitarras y cantos
Fiesta Chilena
Álamos, sauces y trigales
Viñas y frutales
¡ Chimbarongo
Allí, en el corazón de la patria
En las tierras más hermosas de Chile, entre gente buena y sana, vivió su juventud Mario Meyer Montalvo.
Allí, sus padres, le inculcaron el respeto por los valores cristianos, que aun cultiva y que ha traspasado a todos sus descendientes.
Se educó en el querido Liceo de San Fernando y posteriormente, al fallecer sus padres hubo de trasladarse a Santiago donde termino sus estudios en el Liceo de Aplicación.
Buscando nuevos horizontes, los designios del destino, lo trajeron a Valparaíso, donde gracias a sus especiales dotes de caballero, responsabilidad e inteligencia, logro escalar puestos de gran responsabilidad y confianza en las Firmas Duncan-fox, Agencias Graham. Y Comercial Chacao, donde alcanzó los puestos de Gerente y Apoderado.
Aquí en Valparaíso, consiguió realizarse material y espiritualmente. Aquí se enamoró y s caso con su inolvidable esposa, doña Iris Lafertte Fabián, con quien formo una familia ejemplar.
Sus hijos y nietos son el fiel reflejo de las virtudes practicadas por Mario y su esposa.
Por su sencillez, ha sabido ganarse la amistad de numerosos amigos.
Es afable, bondadoso, inspira confianza y entrega lo mejor de si en el apretón de manos, en el abrazo fraterno, en la mirada y en su característico palmoteo.
Es inquieto y muy observador.
Mira, analiza, escucha, interviene, propone y convence.
Estas características, lo llevaron a ser Presidente de la Institución por muchos años.
Durante su periodo se adquirió el Terreno de Riecillos, y qué su sobrino don Octavio Meyer Riveros, quién inspirado en hermosas construcciones Alpinas, proyecto y asesoró la construcción de este hermoso Refugio, que es el orgullo de los socios de nuestro querido Andeski.
Estas montañas, son testigos del esfuerzo y sacrificio de Mario y su grupo Familiar en la construcción de este refugio.
Si bien, muchos socios cooperaron, justo es reconocer que Mario es el principal artífice de esta obra.
Se siembra para cosechar y la cosecha es buena, cuando la tierra es buena y cuando se le abona y se le riega.
Mario, siempre ha regado lo que. Lo sembrado, y el fruto de esta cosecha es este Refugio y este club, cuyos socios lo admiran por su gran entrega.
¡Gracias Mario por todo lo que nos has dado!
Hombres como tú, son los que hacen grande a las Instituciones.
Queremos recordarte para simple.
Desde hoy este Refugio, llevara tu nombre
Jorge Gorichon R.
Riecillo 10/Enero/2004